Si alguna vez has hecho esta pregunta, te entiendo perfectamente. De hecho, es probablemente una de las dudas más comunes entre quienes empiezan a usar Google Ads (antes conocido como AdWords). Lo curioso es que, aunque parece una pregunta sencilla, la respuesta no lo es tanto. No hay una cifra mágica ni una fórmula secreta que aplique para todos los negocios o campañas. Así que, ¿cuánto deberías gastar? Depende, pero no te preocupes, te lo voy a explicar paso a paso.
Yo recuerdo la primera vez que manejé una campaña de Google Ads para un proyecto personal. No tenía ni idea de cuánto invertir, así que, como muchos, simplemente fui por lo que me “sonaba” razonable. 100 euros. En una semana, el presupuesto se había ido volando, y los resultados… bueno, digamos que no fueron los mejores. Esa experiencia me hizo aprender, a las malas, que hay varios factores a considerar antes de ponerle precio a tu inversión publicitaria.
Empieza por los objetivos de tu campaña
Antes de definir cuánto vas a gastar, lo más importante es que tengas claro qué es lo que quieres lograr. Porque, honestamente, si no sabes qué esperas de tu campaña, cualquier cantidad que inviertas será un tiro en la oscuridad.
¿Quieres generar ventas? ¿Aumentar el tráfico a tu web? ¿O tal vez conseguir suscriptores para tu newsletter? Dependiendo de tu objetivo, el presupuesto puede variar considerablemente. Por ejemplo, si solo buscas tráfico, el costo puede ser más bajo que si tu objetivo es cerrar ventas, que suele requerir más esfuerzo y, por ende, una mayor inversión.
Te cuento una anécdota. Un amigo que tiene una tienda online de ropa comenzó su campaña en Google Ads con la idea de generar más ventas, pero no había definido una meta concreta. Estaba gastando, pero no sabía si lo estaba haciendo bien o mal. Después de sentarnos juntos y hablar del tema, decidió fijarse como objetivo conseguir 10 ventas al mes a través de los anuncios. Esto le ayudó a ajustar su presupuesto y a medir realmente si la campaña estaba siendo efectiva. En mi opinión, definir el objetivo desde el principio es crucial para cualquier estrategia publicitaria.
Calcula el valor de tu cliente
Otro aspecto clave para determinar cuánto gastar es calcular cuánto vale cada cliente para tu negocio. Si nunca has oído hablar del término «Customer Lifetime Value» (CLV), no te preocupes, te lo explico brevemente. Es simplemente el valor total que un cliente aporta a tu negocio durante todo el tiempo que te compra.
Por ejemplo, si tienes una tienda de zapatos y cada cliente, en promedio, te compra 3 pares de zapatos al año, y cada par te deja una ganancia de 20 euros, entonces el valor de ese cliente es de 60 euros al año. Saber esto es clave para tu campaña de Google Ads, porque te permite entender cuánto puedes permitirte gastar para conseguir un nuevo cliente.
Digamos que inviertes 50 euros al mes en Google Ads y consigues un nuevo cliente que te genera 60 euros al año. Suena razonable, ¿verdad? Pero si te cuesta 100 euros conseguir ese mismo cliente, entonces claramente no estás obteniendo el retorno de inversión que buscas.
En mi opinión, este es uno de los cálculos más útiles que puedes hacer para tener una idea clara de cuánto invertir en tu campaña. Te ayudará a ver si lo que estás gastando tiene sentido en relación con lo que estás ganando.
Define un presupuesto diario
Ahora que ya tienes claro tu objetivo y el valor de tu cliente, es momento de hablar de números concretos. Google Ads te permite definir un presupuesto diario, que es la cantidad máxima que estás dispuesto a gastar en un solo día.
Una buena manera de empezar es elegir un número que te haga sentir cómodo. Si eres nuevo en esto, no hace falta que te lances con grandes sumas. Algo tan simple como 10 o 20 euros al día puede ser suficiente para empezar a ver resultados. Además, siempre puedes ajustar ese número conforme vayas obteniendo datos y entendiendo mejor qué funciona y qué no.
Recuerdo que con mi primera campaña hace muchos años, empecé con un presupuesto diario de 5 euros, lo que me dio una pequeña muestra de cómo se comportaban los anuncios. Aunque no fue suficiente para conseguir resultados contundentes, me permitió experimentar y aprender sin arriesgar mucho dinero. Al final, cada negocio tiene sus particularidades, pero creo que empezar pequeño y aumentar el presupuesto a medida que entiendas cómo se comporta tu audiencia es una estrategia sólida.
Haz pruebas y ajusta sobre la marcha
Otro detalle importante es que con Google Ads nunca deberías quedarte quieto. Lo más probable es que al principio no aciertes con la cantidad exacta que debes gastar. ¡Y está bien! Google Ads te da la oportunidad de hacer ajustes en tiempo real, lo cual es una gran ventaja.
Imagina que has decidido invertir 15 euros al día y después de una semana te das cuenta de que ciertos anuncios están generando más conversiones que otros. Lo que puedes hacer es ajustar tu presupuesto para que esos anuncios que funcionan mejor reciban más inversión, y aquellos que no están rindiendo tan bien se reduzcan o se pausen.
A mi parecer, esta flexibilidad es lo que hace que Google Ads sea tan útil para todo tipo de empresas. Puedes empezar con poco, probar varias estrategias y luego aumentar tu inversión en las campañas que más resultados te den.
Ten en cuenta la competencia
Otra cosa que quizás no se te haya ocurrido (a mí no se me ocurrió la primera vez) es que el costo de los anuncios también depende de la competencia. Google Ads funciona con un sistema de subasta, lo que significa que cuanto más competido sea el nicho en el que te encuentras, más tendrás que pagar por cada clic.
Por ejemplo, si vendes seguros médicos, es probable que los costos por clic (CPC) sean más altos que si vendes un producto más de nicho, como accesorios para mascotas. ¿Por qué? Porque las grandes compañías invierten cantidades importantes en campañas, lo que aumenta el costo para todos los demás.
¿Y si tengo un presupuesto pequeño?
Si tu presupuesto es reducido, no te preocupes, todavía puedes sacarle provecho a Google Ads. Lo importante es que seas inteligente con tus recursos. En lugar de apuntar a una audiencia amplia, enfócate en un nicho más pequeño y en palabras clave más específicas, que suelen ser más baratas y menos competitivas.
Por ejemplo, en lugar de anunciarte con la palabra clave “zapatos”, podrías probar con algo más específico como “zapatos deportivos para correr en maratón”. Estas palabras clave de “cola larga” suelen tener menos competencia, lo que te permitirá gastar menos por cada clic y, a la vez, atraer a un público más relevante.
Entonces, ¿Cuánto deberías gastar en Google Ads? Dependerá de tu negocio, de tus objetivos y del valor de cada cliente. No hay una respuesta universal, pero lo que sí te puedo decir es que no necesitas empezar con una fortuna. Lo importante es que midas, ajustes y sigas aprendiendo a lo largo del camino.
A mi parecer, el truco está en ser flexible, en empezar poco a poco y en no tener miedo de cambiar de rumbo si algo no está funcionando. Al final, Google Ads es una herramienta poderosa, pero como todo, requiere paciencia y algo de experimentación. ¿Te animas a probarlo?