Si tienes una página web en WordPress (o estás pensando en crear una), probablemente ya te has dado cuenta de que la seguridad es un tema importante. Vamos, todos hemos escuchado esas historias de terror de sitios hackeados, datos robados y páginas completamente borradas. A veces, me pregunto si no nos estamos obsesionando un poco con la seguridad, pero en el fondo sé que nunca está de más ser precavido, ¿no?
A mí también me ha pasado. Hace algunos años, cuando empezaba en el mundo del diseño web, gestionaba un blog pequeño, más por afición que otra cosa. Un buen día, entro a revisar y… ¡mi página estaba caída! Un mensaje raro, en un idioma que ni siquiera reconocía, ocupaba toda la pantalla. Te imaginarás el susto. Afortunadamente, logré recuperarlo sin mayores pérdidas, pero la experiencia me enseñó una lección importante: la seguridad de tu sitio web no es algo que puedas dejar para después. Así que, por si te sirve, quiero compartirte algunas medidas básicas para mantener tu WordPress a salvo. ¡Nada complicado, te lo prometo!
1. Empieza con una contraseña fuerte (¡y que no sea “123456”!)
Vale, esto suena como de sentido común, pero te sorprendería la cantidad de personas que usan contraseñas del tipo «password123» o «adminadmin». ¿Por qué lo hacemos? Quizá porque queremos recordar las contraseñas fácilmente, o porque pensamos: «¿Quién se va a molestar en hackear mi pequeño blog de recetas?»
Pues déjame decirte algo: ¡Los hackers no discriminan! Pueden atacar cualquier sitio, desde el más grande hasta el más pequeño. Lo ideal es que uses una contraseña larga, con números, letras (mayúsculas y minúsculas), y caracteres especiales. Y si te cuesta recordar todas tus contraseñas (como me pasa a mí), lo mejor es usar un gestor de contraseñas. Créeme, vale la pena.
Un buen truco que uso es pensar en una frase larga, como “ElPerroDeMiVecinoEsMuyRuidoso2024!”, que es difícil de adivinar pero fácil para mí de recordar. Y si aún así tienes muchas cuentas que gestionar, aplicaciones como LastPass o 1Password pueden hacer el trabajo por ti.
2. Mantén tu WordPress actualizado
Otra de esas cosas que parecen obvias, pero que a veces dejamos para después (me incluyo). WordPress constantemente lanza actualizaciones para corregir fallos, mejorar el rendimiento y, por supuesto, cerrar brechas de seguridad. Si no actualizas tu sitio, estás dejando una puerta abierta para que cualquiera entre.
Me pasó hace no mucho con un cliente nuevo. Llevaba meses sin actualizar el tema de su sitio porque “no tenía tiempo” (¿te suena?). Resultado: un plugin vulnerable permitió que alguien inyectara código malicioso en su web. Fue un caos, sinceramente. Si hubiera actualizado regularmente, habríamos evitado muchos dolores de cabeza. Por eso, contacto conmigo, para que le ayudara a solucionar el problema. Conclusión: no dejes pasar las actualizaciones.
Y si te preocupa que al actualizar algo se rompa (porque, seamos honestos, a veces pasa), hazlo de manera gradual. Primero actualiza los plugins, luego los temas y, por último, la versión de WordPress. Y siempre, siempre, haz una copia de seguridad.
3. Instala un buen plugin de seguridad
Aquí es donde las cosas empiezan a ponerse un poco más técnicas, pero no te asustes, que te lo explico fácil. Hay muchos plugins de seguridad que te ayudarán a proteger tu sitio sin que tengas que ser un experto en el tema. Algunos de los más populares son Wordfence, Sucuri o iThemes Security.
Estos plugins se encargan de monitorear tu sitio en busca de actividad sospechosa, te avisan si alguien intenta entrar sin permiso e incluso bloquean direcciones IP de posibles atacantes. Un amigo mío, que trabaja como desarrollador web, siempre me dice que con estos plugins te sientes como si tuvieras una alarma en casa: no previenen 100% el robo, pero hacen que los ladrones se lo piensen dos veces antes de entrar.
A mi parecer, tener uno de estos plugins es fundamental. De hecho, si pudiera recomendarte una cosa (además de la contraseña fuerte), sería instalar uno de estos lo antes posible. No te llevará mucho tiempo configurarlo y estarás un paso más cerca de dormir tranquilo por las noches.
4. Desactiva la edición de archivos desde el panel de administración
Si eres como yo, seguro te encanta trastear con el código de vez en cuando, cambiar colores, ajustar detalles… Pero una de las primeras cosas que deberías hacer para proteger tu WordPress es desactivar la opción de editar archivos directamente desde el panel de administración.
¿Por qué? Porque si un hacker entra a tu sitio, lo primero que hará será modificar esos archivos para meter su propio código malicioso. Y si esta opción está habilitada, se lo estás dejando en bandeja. Para desactivarlo, solo tienes que añadir esta línea de código en tu archivo wp-config.php:
Sé que añadir código puede dar un poco de miedo al principio, pero te aseguro que no es nada complicado. Y si no te sientes cómodo haciéndolo, siempre puedes pedir ayuda a un desarrollador de confianza. Pero, de verdad, vale la pena el esfuerzo.
5. Haz copias de seguridad regularmente
Aquí no hay excusas. Hacer copias de seguridad regulares es una de las mejores formas de proteger tu sitio. Imagina que, por mucho que te esfuerces, algo sale mal: te hackean, borras un archivo por error, o simplemente el servidor falla. Sin una copia de seguridad, todo ese trabajo se perdería. Pero si tienes un backup, lo peor que puede pasar es que pierdas unas cuantas horas de trabajo, lo cual ya es bastante mejor.
Nosotros realizamos copias de seguridad de todas las nuevas de nuestros clientes todas las semanas.
6. Limita los intentos de inicio de sesión
Uno de los métodos más comunes para hackear un sitio web es el llamado “ataque de fuerza bruta”. Básicamente, los hackers intentan adivinar tu contraseña probando miles de combinaciones hasta dar con la correcta. Si no tienes un límite en los intentos de inicio de sesión, pueden seguir intentándolo hasta que lo consigan.
Lo que puedes hacer es instalar un plugin que limite el número de veces que alguien puede intentar entrar a tu sitio. Limit Login Attempts Reloaded es uno de los más populares, y lo que hace es bloquear temporalmente a cualquier usuario que falle varias veces al ingresar la contraseña.
Reflexión final
En definitiva, proteger tu sitio de WordPress no tiene que ser algo complicado. Con unas cuantas medidas básicas puedes prevenir muchos problemas que, de lo contrario, podrían darte más de un dolor de cabeza. Desde usar una contraseña segura hasta hacer backups, cada acción cuenta para mantener tu web a salvo.
En mi opinión, lo más importante es no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Es fácil caer en la trampa de pensar que a ti nunca te va a pasar, pero lo cierto es que cualquiera puede ser víctima de un ataque. Así que, mejor estar preparados, ¿no?
Y tú, ¿has tenido alguna experiencia con la seguridad de tu sitio web? ¡Cuéntame en los comentarios!